https://doi.org/10.5281/zenodo.15376846
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Dyslexia and Learning in Basic Education: A case study at the "5 de Junio of Urcuqui School”.
Gabriela Estefanía Maldonado Echeverría
Unidad Educativa “5 de Junio” de Urcuquí, Ibarra, Imbabura
Ecuador
https://orcid.org/0009-0000-6072-8181
Jaime Santiago Pineda Maigua
Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas, Quito, Pichincha,Ecuador
https://orcid.org/0009-0008-9782-5039
Lucia Margarita Andrango Morales
lucia.andrango@educación.gob.ec
Unidad Educativa “28” de Abril”, Ibarra, Imbabura
Ecuador
https://orcid.org/0009-0003-7193-7204
Nancy Maribel Chulde Benavides
maribel.chulde@educación.gob.ec
Dirección Distrital 10D02, Otavalo, Imbabura
Ecuador
https://orcid.org/0009-0001-8472-3243
Recepción: 01/04/2025
Revisado:25/04/2025
Aprobación:30/04/2025
Publicado: 2/05/2025
El presente trabajo investigativo se centra en la dislexia y su impacto en el proceso de aprendizaje de niños en la Unidad Educativa “5 de Junio”, ubicada en una zona rural del Cantón Urcuquí, Ecuador. La investigación tiene como objetivo principal determinar la incidencia de la dislexia en el rendimiento académico de los estudiantes, así como proponer estrategias didácticas que faciliten su aprendizaje. La metodología utilizada es cuali-cuantitativa, combinando enfoques cualitativos y cuantitativos para obtener una visión integral del problema. Se emplearon diversas técnicas de recolección de datos, incluyendo encuestas a docentes, entrevistas con autoridades educativas y observaciones directas de los estudiantes. Esto permitió identificar las necesidades específicas de los niños con dislexia y evaluar el nivel de conocimiento y preparación de los docentes para abordar esta problemática. Los resultados revelaron que la dislexia afecta significativamente el rendimiento académico de los estudiantes, manifestándose en dificultades en la lecto-escritura, baja autoestima y problemas de comunicación. Se identificaron seis estudiantes con rasgos disléxicos, quienes enfrentan desafíos en su proceso educativo, lo que se traduce en un bajo rendimiento académico. Además, se evidenció que los docentes carecen de la formación adecuada para implementar estrategias efectivas que atiendan las necesidades de estos alumnos.
Descriptores: Dislexia, Aprendizaje, Manual Didáctico, Estrategias Inclusión, Rendimiento Académico.
This research focuses on dyslexia and its impact on the learning process of children in the “5 de Junio” Educational Unit, located in a rural area of Urcuqui, Ecuador. The main objective of the research is to determine the incidence of dyslexia in the academic performance of students, as well as to propose didactic strategies to facilitate their learning. The methodology used is qualitative-quantitative, combining both qualitative and quantitative approaches to obtain a comprehensive view of the problem. Various data collection techniques were used, including teacher surveys, interviews with educational authorities and direct observations of students. This made it possible to identify the specific needs of children with dyslexia and to assess the level of knowledge and preparation of teachers to address this problem. The results revealed that dyslexia significantly affects students' academic performance, manifesting itself in reading and writing difficulties, low self-esteem and communication problems. Six students with dyslexic traits were identified, who face challenges in their educational process, which translates into low academic performance. In addition, it was evidenced that teachers lack adequate training to implement effective strategies to meet the needs of these students.
Descriptors: Dyslexia, Learning, Teaching Manual, Inclusion Strategies, Academic Performance.
La dislexia, un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad para leer, escribir y procesar el lenguaje, representa un reto significativo para el sistema educativo. Según la Asociación Internacional de Dislexia (2018), este trastorno se caracteriza por dificultades en la decodificación de palabras, la fluidez lectora y la ortografía, a pesar de que quienes lo padecen suelen tener inteligencia normal y acceso adecuado a la educación. Se estima que entre el 5% y el 10% de la población mundial padece dislexia (American Psychiatric Association, 2022), lo que subraya la necesidad de abordarlo en el ámbito educativo de manera integral. La importancia de una atención adecuada a la dislexia es fundamental, ya que el fracaso en reconocer y tratar este trastorno puede tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo académico y emocional de los estudiantes. La dislexia afecta a varias áreas del desarrollo como el rendimiento escolar, en la autoestima y la motivación de los alumnos, llevándolos a experimentar estados de frustración y ansiedad. Por lo tanto, es imperativo que las instituciones educativas adopten un enfoque proactivo que incluya la formación de docentes, la sensibilización de la comunidad y la implementación de metodologías pedagógicas adaptadas, garantizando así que todos los estudiantes, tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
La detección temprana de la dislexia es esencial para mitigar su impacto en el rendimiento académico y el bienestar emocional de los estudiantes. Estudios recientes destacan que una identificación precoz permite implementar estrategias pedagógicas que mejoran significativamente las habilidades lectoras y la comprensión textual (Snowling & Hulme, 2021). Sin embargo, la falta de formación específica entre los docentes sigue siendo un obstáculo importante, retrasando la aplicación de intervenciones efectivas (Elliott & Grigorenko, 2014). Además, esta carencia de conocimiento contribuye a malentendidos y estigmas que afectan negativamente tanto a estudiantes como a sus familias. La implementación de políticas educativas que prioricen la capacitación docente y el desarrollo de recursos específicos puede ser un paso crucial para enfrentar este desafío.
Por esta razón detección temprana y formación docente es fundamental, ya que la falta de intervención oportuna puede llevar a que los estudiantes disléxicos se enfrenten a un camino académico lleno de dificultades y frustraciones. Sin una identificación adecuada, estos estudiantes pueden ser malinterpretados como perezosos o desinteresados, motivo por el cual afecta su rendimiento escolar, y también puede dañar su autoestima y motivación.
La formación específica de los docentes les proporciona las herramientas necesarias para reconocer y abordar la dislexia, y adicionalmente les permite crear un ambiente de aprendizaje inclusivo y comprensivo. Al empoderar a los educadores con el conocimiento y las estrategias adecuadas, se puede transformar la experiencia educativa de los estudiantes disléxicos, permitiéndoles alcanzar su máximo potencial y contribuir positivamente a la comunidad escolar. Por lo tanto, invertir en la capacitación docente y en la detección temprana de la dislexia es una inversión en el futuro de los estudiantes y en la equidad educativa. Uno de los enfoques sugeridos y propuesto por aportes recientes mismos que resultan efectivos para mejorar el aprendizaje de los estudiantes con dislexia es el uso de metodologías multisensoriales, que combinan estímulos visuales, auditivos y kinestésicos.
De acuerdo con Shaywitz (2020), estas metodologías permiten que los estudiantes refuercen su aprendizaje mediante la participación activa de múltiples sentidos, facilitando la decodificación y comprensión del lenguaje escrito. En particular, otros programas como el método Orton- Gillingham han demostrado ser altamente eficaces en la enseñanza de la lectura para estudiantes con dislexia, al enfocarse en la instrucción estructurada, secuencial y repetitiva (Joshi et al., 2019). La implementación de estas estrategias dentro del aula se ha evidenciado que mejora el rendimiento académico de los estudiantes con dislexia, además promueve una educación más inclusiva y equitativa para todos.
Posteriormente la incorporación de tecnologías en la enseñanza ha demostrado ser una herramienta eficaz para apoyar a estudiantes con dislexia. Herramientas como software de lectura asistida, aplicaciones interactivas y programas de reconocimiento de voz ayudan a superar las barreras de aprendizaje (Kirby et al., 2020). Además, el diseño de materiales didácticos adaptados y el uso de metodologías multisensoriales que combinan elementos visuales, auditivos y cinestéticos fomentan un aprendizaje más efectivo y motivador (Reid, 2016). Se ha demostrado que estas estrategias benefician a los estudiantes con dislexia, y también enriquecen la experiencia educativa para todos los alumnos. Es importante que las instituciones educativas inviertan en infraestructura tecnológica y formación en el uso de estas herramientas para maximizar su impacto positivo.
Por tal motivo la incorporación de tecnologías en la enseñanza es crucial, ya que estas herramientas han demostrado efectividad en el aprendizaje de los estudiantes con dislexia, y promueve un enfoque más inclusivo y equitativo en el aula. La tecnología permite personalizar la experiencia educativa, adaptándose a las necesidades individuales de cada estudiante y ofreciendo múltiples formas de interacción con el contenido.
Esto es especialmente relevante para aquellos que enfrentan dificultades específicas, ya que les brinda la oportunidad de aprender a su propio ritmo y de manera más efectiva. Además, al integrar metodologías multisensoriales, se estimula el interés y la motivación de todos los alumnos, creando un ambiente de aprendizaje dinámico y participativo. Por lo tanto, invertir en tecnología educativa y en la capacitación de los docentes para su uso sería una gran alternativa estratégica para apoyar a los estudiantes disléxicos, ya que enriquece la educación en su conjunto, beneficiando a toda la comunidad escolar.
Todos los estudiantes con dislexia enfrentan desafíos académicos, problemas emocionales y sociales. A menudo experimentan frustración, baja autoestima y ansiedad debido a sus dificultades en la lectura y escritura (Livingston et al., 2020). Además, el aislamiento percibido por parte de sus compañeros puede afectar su socialización y desarrollo integral (Burden, 2020). En este contexto, el docente juega un papel crucial, para adoptar una actitud proactiva, con metodologías inclusivas y estrategias adaptadas, es fundamental para fomentar un ambiente de aprendizaje positivo. La capacitación continua de los educadores es indispensable para garantizar la inclusión y el éxito de estos estudiantes. Asimismo, la colaboración con orientadores escolares y especialistas puede potenciar los resultados positivos, generando un enfoque integral de apoyo.
demás de la adaptación de estrategias pedagógicas, es fundamental generar conciencia y empatía entre los compañeros de clase para reducir el estigma y la discriminación que pueden experimentar los estudiantes con dislexia. La percepción negativa de sus habilidades puede influir significativamente en su autoestima y motivación académica (Glazzard, 2019). Fomentar una cultura de inclusión dentro del aula, a través de programas de sensibilización y actividades de cooperación, puede mejorar el ambiente escolar y fortalecer la confianza de los estudiantes con dislexia (Casserly & Gildea, 2018). Es esencial que las instituciones educativas promuevan espacios de diálogo y apoyo en los que todos los estudiantes comprendan las dificultades de sus compañeros y aprendan a trabajar en conjunto para superarlas.
En contextos rurales, como en la Unidad Educativa “5 de junio” en Ecuador, las limitaciones en recursos didácticos y tecnología dificultan la aplicación de estrategias adecuadas para apoyar a los estudiantes con dislexia. Este entorno plantea la necesidad de soluciones innovadoras que incluyan capacitación docente, colaboración con las familias y adaptación de recursos existentes. Además, es crucial involucrar a las comunidades locales en el proceso educativo para crear una red de apoyo que favorezca el aprendizaje inclusivo. Estas medidas pueden contribuir a una educación más equitativa e inclusiva, cerrando las brechas existentes entre las áreas urbanas y rurales.
El papel de la familia en el apoyo a los estudiantes con dislexia es otro factor clave para su éxito educativo y emocional. Según investigaciones de Knight (2021), el involucramiento activo de los padres en el proceso de aprendizaje de sus hijos mejora la autoestima de los estudiantes y refuerza sus habilidades lectoras mediante la práctica en casa. Estrategias como la lectura compartida, el uso de audiolibros y el refuerzo positivo han demostrado ser herramientas eficaces para ayudar a los niños con dislexia a desarrollar confianza en sus capacidades (Snowling & Hulme, 2021). Además, es fundamental que las escuelas establezcan una comunicación efectiva con las familias y les brinden información sobre cómo pueden apoyar el aprendizaje de sus hijos en el hogar.
Por último, la formulación de políticas educativas inclusivas es esencial para garantizar que los estudiantes con dislexia reciban el apoyo necesario dentro del sistema escolar. Según el informe de la UNESCO (2022), muchas instituciones educativas carecen de protocolos claros para la identificación y atención de la dislexia, lo que limita el acceso a intervenciones efectivas. Implementar normativas que establezcan programas de capacitación docente, adaptaciones curriculares y acceso a tecnología de apoyo puede ser un paso crucial para mejorar la experiencia educativa de estos estudiantes (Rose, 2019). Motivo por el cual el analizar el impacto de la dislexia en el proceso de aprendizaje de los estudiantes de Educación Básica mediante un estudio de caso en la Unidad Educativa "5 de Junio de Urcuquí", con el fin de identificar estrategias pedagógicas efectivas para su atención e inclusión educativa. De esta manera, los gobiernos y organismos educativos pueden contribuir a una educación más equitativa, asegurando que todos los estudiantes, independientemente de sus dificultades, tengan las mismas oportunidades de aprendizaje.
La metodología aplicada a los estudiantes en la investigación sobre la dislexia en la Unidad Educativa “5 de Junio” se fundamenta en un enfoque cuali-cuantitativo, que combina la recolección de datos numéricos y cualitativos para obtener una comprensión integral del problema. Por la cual se utilizó el método deductivo, basado en la teoría sociocultural de Vygotsky, que enfatiza la importancia de la interacción social en el aprendizaje. Este enfoque permitió identificar las necesidades específicas de los estudiantes con dislexia y desarrollar estrategias adecuadas para mejorar su proceso de aprendizaje. Para la recolección de datos, se implementaron diversas técnicas, incluyendo la observación directa, encuestas y entrevistas a 300 estudiantes. La observación se centró en el comportamiento de los estudiantes en el aula, lo que permitió identificar características y dificultades relacionadas con la dislexia. Las encuestas se aplicaron a los docentes para evaluar su conocimiento sobre el trastorno y las estrategias que utilizan en su enseñanza. Además, se realizaron entrevistas con la autoridad de la institución y representantes de la UDAI, lo que proporcionó una visión más amplia sobre el manejo de casos de dislexia en el contexto educativo.
Los instrumentos utilizados fueron cuestionarios estructurados con preguntas abiertas y cerradas, así como fichas de observación para registrar el desempeño de los estudiantes. La población objeto de estudio estuvo compuesta por estudiantes diagnosticados con dislexia y el cuerpo docente de la institución. La investigación se llevó a cabo en un contexto rural, lo que implicó considerar las limitaciones y recursos disponibles en la zona para adaptar las estrategias propuestas. El análisis de los datos se realizó mediante herramientas estadísticas y cualitativas, utilizando programas como Excel para procesar la información cuantitativa y el análisis de contenido para los datos cualitativos. Esto permitió identificar patrones y tendencias en las respuestas de los encuestados, así como en las observaciones realizadas.
Ya que la dislexia es un desafío en el proceso enseñanza-aprendizaje el cual afecta la capacidad de los estudiantes para leer y procesar el lenguaje, impactando su rendimiento académico. Los datos obtenidos del estudio en la Unidad Educativa "5 de Junio de Urcuquí," donde se investigó cómo la dislexia influye en el aprendizaje de los alumnos. A través de entrevistas y observaciones, se recopilaron datos de docentes, padres y estudiantes para comprender mejor los desafíos que enfrentan. Los resultados reflejarán la prevalencia de la dislexia y la efectividad de las estrategias pedagógicas utilizadas en función de los 300 estudiantes. El objetivo es sensibilizar sobre la importancia de reconocer la dislexia y promover prácticas inclusivas que beneficien a todos los estudiantes.
Figura 1 Qué tanto conoce acerca de los trastornos de aprendizaje

Elaborado por: Los investigadores
En la figura 1; se muestra los resultados presentados en la imagen revelan que la mayoría de los encuestados (61%) se considera "poco informado" sobre un tema particular. Este dato sugiere que, aunque hay un reconocimiento de la necesidad de conocimiento, existe una brecha significativa entre el nivel de información actual y el deseado. La ausencia de encuestados en la categoría de "nada informado" indica que todos tienen al menos un conocimiento básico, lo que podría ser una base para futuras iniciativas educativas.
Un 31% de los participantes se autocalifica como "informado," lo que significa que tienen un conocimiento intermedio. Esto resalta que, aunque poseen información suficiente para comprender aspectos fundamentales, todavía hay espacio para profundizar y enriquecer su comprensión. Esta percepción puede ser clave para establecer programas de formación que aborden áreas específicas donde los encuestados sienten que falta información relevante.
Finalmente, solo un 8% de los encuestados se considera "muy informado," lo que indica una rara ocurrencia de conocimiento avanzado. Esta cifra sugiere la necesidad de iniciativas que fomenten una participación más activa en la adquisición de información. Invertir en talleres, seminarios, o recursos educativos podría elevar el número de personas que se sientan bien informadas, además de mejorar la calidad del conocimiento general en la comunidad.
Figura 2 Marque con una X los tipos de trastornos de aprendizaje que conoce

Elaborado por: Los investigadores
En la figura 2; muestra los resultados revela una clara predominancia del autismo, que representa el 43% de los casos identificados. Este dato sugiere que el autismo es el trastorno de aprendizaje más común entre los estudiantes evaluados, lo que podría implicar una necesidad urgente de implementar programas de apoyo y formación especializada para docentes y padres. La alta incidencia del autismo también puede indicar una mayor concienciación y jerarquización de las evaluaciones para este trastorno, en comparación con otros.
En contraste, la dislexia aparece con una tasa del 7%, lo que la convierte en el menos común de los trastornos representados en este estudio. Este porcentaje bajo podría indicar una falta de identificación o diagnóstico de la dislexia entre los estudiantes, lo que pone de manifiesto la importancia de capacitar a las instituciones educativas en la detección de dificultades específicas de aprendizaje. La escasa representación de la dislexia podría también reflejar la necesidad de aumentar la sensibilización sobre este trastorno en la comunidad educativa.
Los trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDHA), disgrafía y discalculia tienen cada uno un porcentaje del 14% y 22% respectivamente. Esto sugiere una distribución relativamente equilibrada, pero menor en comparación con el autismo. La necesidad de atención adecuada y estrategias de intervención específicas para cada uno de estos trastornos sigue siendo crucial. En general, los resultados resaltan la importancia de reconocer y abordar cada trastorno de aprendizaje de manera individual para garantizar un apoyo adecuado y mejorar el rendimiento académico de todos los estudiantes.
Figura 3 ¿Conoce sobre los problemas de aprendizaje del trastorno de dislexia?

Elaborado por: Los investigadores
En la figura 3; muestra los resultados revela un patrón significativo en el nivel de información de los encuestados sobre un tema específico. Un 46% de los participantes se clasifican como "nada informados," lo que indica que casi la mitad de la muestra carece de conocimientos básicos sobre el tema. Este hallazgo sugiere una alarmante brecha informativa que podría interferir en la toma de decisiones o en la participación activa en cuestiones relacionadas con el tema en cuestión.
Por otro lado, un 31% de los encuestados se percibe como "poco informados," lo que indica que, aunque tienen algún conocimiento, este es insuficiente para comprender a fondo el tema. La suma de estos dos grupos, con un total del 77%, subraya la necesidad de implementar programas de educación o sensibilización que promuevan un entendimiento más profundo y actualizado. Esta deficiencia informativa podría tener consecuencias en el contexto educativo, así como en la comunidad en general, limitando la capacidad de los individuos para abordar el tema de manera efectiva.
En contraste, solo un 8% de los participantes se siente "informado," y un 15% se clasifica como "muy informado." Estos porcentajes relativamente bajos destacan la importancia de fortalecer los recursos y estrategias de enseñanza disponibles, para así aumentar la cantidad de personas completamente informadas. Es fundamental crear un entorno en el que más individuos se sientan empoderados y capacitados, a través de talleres, cursos, y materiales informativos que respondan a las necesidades educativas de la población.
Figura 4 Conoce los problemas de aprendizaje del trastorno de dislexia

Elaborado por: Los investigadores
En La figura 4; muestra los resultados indica que el 46% de los encuestados se siente "nada informado" sobre el tema, una cifra alarmante que resalta una clara falta de conocimiento básico. Este alto porcentaje sugiere la necesidad de una intervención inicial para abordar la falta de información y el acceso a recursos educativos que permitan a los participantes adquirir una comprensión más sólida. Esta brecha informativa podría tener repercusiones significativas en la capacidad de los individuos para involucrarse en discusiones o decisiones relevantes relacionadas con el tema.
Además, un 31% de los encuestados se clasifica como "poco informado," lo que indica que, aunque tienen algo de conocimiento, este no es suficiente para una comprensión profunda. La combinación de estos dos grupos, que representa el 77% de los participantes, enfatiza la urgencia de implementar programas educativos que permitan a los individuos avanzar en su comprensión. La falta de información identificada en estos grupos podría ser un obstáculo importante para la participación activa en el tema, subrayando la importancia de crear iniciativas de educación y concienciación.
En contraste, solo un 15% de los encuestados se siente "muy informado," mientras que un 8% se clasifica como "informado." Estos porcentajes relativamente bajos sugieren que, a pesar de ciertos esfuerzos de comunicación, aún existe un camino significativo por recorrer para lograr que más personas se sientan adecuadamente informadas. Es crucial diseñar y aplicar estrategias pedagógicas efectivas que logren aumenten el conocimiento, y a su vez también promuevan un ambiente inclusivo donde todos los individuos puedan mejorar su nivel de comprensión y participación en el tema.
Figura 5 Tiene los conocimientos para actuar frente a niños con trastorno de dislexia

En la figura 5; muestra los resultados donde el 70% de los encuestados se siente familiarizado con los problemas de la dislexia, lo que indica un nivel significativo de conciencia sobre el tema. Sin embargo, esta percepción positiva no se traduce en confianza para intervenir, ya que solo el 20% se siente preparado para trabajar directamente con niños disléxicos. Esta discrepancia sugiere que, aunque existe un reconocimiento del problema, los docentes pueden carecer de la formación práctica y las estrategias necesarias para abordar adecuadamente las necesidades de estos estudiantes.
Por otro lado, el conocimiento sobre recursos y materiales de apoyo es igualmente limitado, con solo un 45% de los encuestados afirmando que conocen las herramientas necesarias para ayudar a los niños con dislexia. Este dato resalta la necesidad de ofrecer formación continua a los educadores para que puedan acceder y utilizar recursos específicos que faciliten la inclusión y el aprendizaje efectivo de los estudiantes disléxicos. La capacitación en este aspecto es crucial para mejorar la calidad de la enseñanza y el apoyo que se brinda a estos niños.
De los porcentajes obtenidos de los encuestados que ha recibido formación específica sobre dislexia es alarmantemente bajo, con solo un 2% reportando haber participado en programas de formación. Esta falta de capacitación formal puede limitar severamente la capacidad de los educadores para abordar y comprender adecuadamente las dificultades que enfrentan estos estudiantes. Esto sugiere que, para mejorar la situación, es fundamental implementar programas de formación dirigidos a los docentes, que aumenten su conocimiento sobre la dislexia, y para ello también les brinden las herramientas necesarias para apoyar eficazmente a sus alumnos en el aula.
Figura 6 Tiene en el salón de clase niños con dislexia

Elaborado por: Los investigadores
La figura 6; muestra los resultados significativos del 70% de los encuestados indica que tiene alumnos con dislexia. Este alto porcentaje refleja una creciente concienciación y reconocimiento de esta dificultad de aprendizaje en el ámbito educativo. Sin embargo, también implica que una parte notable de la comunidad educativa ya está en contacto con estudiantes que requieren atención especial, lo que podría sugerir la necesidad de estrategias adecuadas para apoyar su aprendizaje.
Por otro lado, el 23% de los participantes afirma no tener niños con dislexia en su clase. Este dato sugiere que, aunque la mayoría tiene experiencia directa con la dislexia, hay un grupo considerable que puede sentirse menos involucrado con el tema. La falta de contacto directo podría llevar a una menor sensibilización sobre las necesidades y desafíos que enfrentan estos estudiantes, lo que destaca la importancia de la formación continua para todos los docentes, independientemente de su experiencia previa con la dislexia.
Finalmente, el 7% de los encuestados indica que desconoce si hay niños con dislexia en sus grupos. Este porcentaje, aunque bajo, es preocupante y pone de relieve una posible falta de conocimiento o atención hacia las dificultades de aprendizaje. La falta de conciencia puede contribuir a la invisibilidad de estos estudiantes en el aula, subrayando la urgencia de programas de capacitación que informen a los educadores sobre la dislexia y les permitan identificar y apoyar a todos los estudiantes, asegurando así una educación inclusiva y equitativa.
Figura 7 Cuáles son las habilidades de lectura de sus estudiantes que presentan dislexia

Elaborado por: Los investigadores
En la figura 7; muestra los resultados que el 31% de los encuestados identifica el "Ritmo" como la categoría con mayor puntuación, lo que sugiere que este aspecto es considerado fundamental en el proceso de aprendizaje. Esta percepción podría indicar que los educadores valoran la fluidez de la lectura y la oralidad, elementos clave en la comprensión y comunicación efectiva. Sin embargo, es importante profundizar en las estrategias que se están utilizando para fomentar este ritmo en el aula, ya que su éxito puede influir en los resultados globales de aprendizaje.
En contraste, la "Comprensión" se sitúa en el segundo nivel, con un 21% de los encuestados reconociendo su importancia. Esta cifra, aunque significativa, representa una brecha en comparación con el ritmo, lo que puede sugerir que, a pesar de ser fundamental, la comprensión no está recibiendo la atención necesaria en la enseñanza. Esto podría ser alarmante, ya que una adecuada comprensión es esencial para garantizar que los estudiantes memoricen información, y también sean capaces de aplicarla y analizarla críticamente.
Por último, la "Calidad" y "Velocidad" se sitúan en 24% cada una, lo que señala que aunque son consideradas importantes, no alcanzan el mismo nivel de atención que el ritmo. Esto resalta la necesidad de un enfoque equilibrado en la enseñanza de la lectura y otras habilidades relacionadas. En general, estos resultados subrayan la importancia de desarrollar un programa educativo enfatice el ritmo, y a su vez también integre elementos de comprensión, calidad y velocidad, garantizando así un aprendizaje holístico y efectivo para todos los estudiantes.
Figura 8 Cómo son las habilidades en la escritura de los estudiantes que tienen dislexia

Elaborado por: Los investigadores.
La figura 8; muestra los resultados que la "Separación en sílabas MD" es la categoría con la puntuación más alta, alcanzando un 40%. Este hallazgo indica que este aspecto es considerado fundamental por los encuestados para el proceso de aprendizaje. La habilidad de separar palabras en sílabas es crucial, ya que sienta las bases para una mejor comprensión lectora y desarrollo de la escritura, lo que a su vez puede influir positivamente en la adquisición del lenguaje en general.
En segundo lugar, la "Ortografía MD" obtiene un 36%, lo que sugiere que también se le confiere gran importancia en el contexto educativo. La ortografía es esencial para la comunicación escrita, y también para el desarrollo de la confianza en las habilidades lingüísticas de los estudiantes. Esto resalta la necesidad de enfocarse en estrategias didácticas que fortalezcan estas habilidades, asegurando que los estudiantes comprendan el significado de las palabras, y también sean capaces de escribirlas correctamente.
Por último, la categoría de "Transcripción D" se sitúa en un 24%, evidenciando que se le confiere menor importancia comparativa. Este porcentaje más bajo puede indicar una posible desconsideración hacia la transcripción como una habilidad fundamental en el aprendizaje del lenguaje. Es crucial revisar la metodología pedagógica para equilibrar el énfasis entre las diferentes áreas, de modo que los estudiantes puedan desarrollar un conjunto integral de habilidades que incluya la separación de sílabas y la ortografía, y por otra parte la transcripción, que es vital para su éxito en la comunicación escrita y oral.
Figura 9 Cómo calificaría la calidad del lenguaje de los estudiantes con dislexia en el aula de clase
Elaborado por: Los investigadores
En la figura 9; muestra los resultados que la que la "Riqueza de vocabulario D" es el aspecto mejor valorado, con un 28%. Este hallazgo resalta la importancia que los encuestados otorgan a un vocabulario amplio y variado como base fundamental para el desarrollo comunicativo de los estudiantes. Un vocabulario rico favorece la claridad en la expresión, y también mejora la comprensión lectora y escrita, lo que sugiere que los docentes están conscientes de la necesidad de fomentar esta habilidad desde una edad temprana.
A continuación, la categoría de "Soltura D" presenta un 24%. Esto sugiere que, aunque se valora la fluidez en el lenguaje, existe una menor prioridad en comparación con la riqueza de vocabulario. La soltura, es decir, la capacidad de expresarse con naturalidad y sin titubeos, es crucial para la confianza de los estudiantes al comunicarse. Esto puede indicar que se requiere un mayor énfasis en las prácticas que promuevan el aumento del vocabulario, y a su vez también la habilidad de los estudiantes para utilizarlo de manera efectiva en contextos conversacionales y escritos.
Finalmente, las categorías de "Sintaxis MD" y "Comprensión D" se sitúan en el 26% y 22%, respectivamente.Esto sugiere que, aunque estos aspectos son relevantes, están siendo percibidos como de menor prioridad en comparación con el vocabulario y la soltura. La sintaxis es clave para formar estructuras oracionales correctas, mientras que la comprensión es vital para interpretar y analizar textos. La tendencia a relegar estas habilidades podría tener implicaciones negativas sobre el rendimiento general de los estudiantes, lo que enfatiza la necesidad de un enfoque más balanceado que contemple todas las dimensiones del lenguaje de forma integral.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en la Unidad Educativa “5 de Junio de Urcuquí” reflejan la complejidad y el desconocimiento que rodea la dislexia dentro del contexto educativo. Aunque el 70% de los encuestados reconoce tener estudiantes con dislexia en sus aulas (Figura 6), solo el 2% ha recibido formación específica sobre el tema, lo que evidencia una brecha considerable entre el reconocimiento del trastorno y la capacidad de intervención pedagógica. Esto concuerda con estudios previos que señalan que uno de los principales desafíos en la atención a la dislexia es la falta de capacitación docente, lo cual limita la aplicación de estrategias adecuadas de enseñanza (Jiménez & Guzmán, 2021).
Además, los datos de las figuras 1, 3 y 4 evidencian una carencia generalizada de información: el 46% se considera "nada informado" y el 31% "poco informado", sumando un 77% de personas con conocimientos limitados. Esta falta de información puede repercutir negativamente en el desarrollo académico de los estudiantes con dislexia, ya que los docentes no cuentan con herramientas pedagógicas para abordar sus necesidades específicas. Tal como señala Bravo-Vallejos (2022), la falta de conocimientos sobre trastornos del aprendizaje en los docentes genera barreras pedagógicas que afectan la equidad educativa.
Por otra parte, la figura 5 muestra una paradoja preocupante: aunque el 70% de los encuestados afirma estar familiarizado con el problema, solo el 20% se siente preparado para intervenir, y apenas el 45% conoce recursos para apoyar a estudiantes disléxicos. Esto reafirma lo mencionado por Zúñiga y Fernández (2021), quienes destacan que el conocimiento teórico no siempre se traduce en habilidades prácticas, especialmente cuando los programas de formación docente carecen de un enfoque inclusivo y aplicado.
En cuanto a la prevalencia, los datos muestran que la dislexia representa solo el 7% de los casos de trastornos de aprendizaje identificados, frente al 43% del autismo (Figura 2). Esta baja tasa puede deberse a un subdiagnóstico, derivado de la falta de formación y de herramientas adecuadas para identificarla. Según Snowling y Hulme (2021), la dislexia a menudo pasa desapercibida en contextos educativos con escasos recursos diagnósticos, lo que impide una intervención temprana.
Los hallazgos también sugieren una disposición favorable hacia el cambio. El hecho de que la mayoría tenga al menos un conocimiento básico (Figura 1) y que el 70% esté en contacto directo con estudiantes disléxicos (Figura 6), establece una base importante para futuras acciones de formación docente. Implementar programas de capacitación, como proponen Ramírez y Tapia (2023), no solo aumentaría el conocimiento, sino que también mejoraría la calidad educativa a través de estrategias inclusivas y diferenciadas.
Por lo tanto, este estudio refleja la necesidad urgente de fortalecer la preparación docente en torno a la dislexia, mejorar los procesos de detección y promover prácticas pedagógicas inclusivas. Solo así se podrá garantizar un entorno de aprendizaje equitativo para todos los estudiantes, especialmente para aquellos con dificultades específicas como la dislexia.
Los hallazgos del estudio evidencian que la dislexia tiene un impacto significativo en el proceso de aprendizaje, afectando habilidades fundamentales como la lectura, la escritura y, en muchos casos, la autoestima de los estudiantes. Por lo tanto, es crucial que los docentes reciban capacitación especializada que les permita identificar esta condición de manera temprana y proporcionar el apoyo necesario. Esta intervención permitirá el avance académico de los alumnos disléxicos, además también es vital para su bienestar emocional y social, ya que la falta de información y concienciación entre educadores y familias puede perpetuar estigmas y confusiones que limitan las oportunidades de aprendizaje, lo que resalta la necesidad de implementar programas de formación que fomenten la comprensión y la empatía hacia este trastorno específico del aprendizaje.
Por otra parte, el escaso reconocimiento de la dislexia en diagnósticos e investigaciones en comparación con otros trastornos de aprendizaje sugiere una posible subestimación de su prevalencia. Esto pone de manifiesto la necesidad de equilibrar la distribución de recursos y atención entre todos los trastornos de aprendizaje, asegurando que la dislexia reciba la atención adecuada. Un enfoque educativo integral que contemple las diversas dificultades de aprendizaje es fundamental para garantizar que ningún estudiante quede rezagado y que todos tengan acceso a las mismas oportunidades de desarrollo.
En los últimos años los docentes reconocen la existencia de la dislexia, sin embargo, la falta de formación específica limita su capacidad para intervenir de manera efectiva. Esto subraya la importancia de establecer e implementar varios programas de formación continua y desarrollo profesional que equipen a los docentes con herramientas pedagógicas, tecnológicas y metodológicas adecuadas para atender las necesidades de sus alumnos. La incorporación de tecnologías educativas y estrategias pedagógicas personalizadas puede transformar significativamente la experiencia de aprendizaje de los estudiantes disléxicos, promoviendo su bienestar y su desarrollo integral a nivel social y académicos a un nivel apropiado.
Asimismo, es fundamental adoptar un enfoque equilibrado en la enseñanza de las competencias de lectura y escritura. Si bien la fluidez lectora es crucial, no debe eclipsar el desarrollo de la comprensión lectora, que es esencial para un aprendizaje significativo. Las estrategias de enseñanza deben abordar de manera holística todas las dimensiones del aprendizaje del lenguaje, incluyendo la ortografía, la transcripción y la sintaxis. Esta perspectiva integral beneficiaria a los alumnos con dislexia, ya que también enriquece la experiencia de aprendizaje para todos, promoviendo una educación inclusiva.
Finalmente, es importante reconocer la relevancia de un lenguaje académico diverso para el éxito académico y personal de los estudiantes. Sin embargo, la menor atención prestada a la sintaxis y a la comprensión lectora limita el desarrollo completo de las habilidades lingüísticas. Un enfoque más equilibrado debe incluir estrategias específicas que fortalezcan estos aspectos, fomentando una educación que permita a todos los estudiantes prosperar tanto académica como socialmente. La implementación de estas estrategias mejorará el aprendizaje de los alumnos con dislexia, y también contribuirá a una educación más inclusiva y equitativa.
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